No sabemos qué magia tienen los rompecabezas que enamoran tanto a niños como adultos, pues al fin y al cabo no dejan de tener el mismo objetivo: unir piezas para componer una imagen. El caso es que nos fascinan y hacen pasar largos ratos bien a solas o en compañía, y si además son puzles de cartón mucho mejor porque estaremos contribuyendo a no perjudicar el medio ambiente.
Los rompecabezas son una opción perfecta de compra para cualquier niño porque es un juego que tiene distintos grados de dificultad: desde los puzles progresivos de 2 piezas hasta los que tienen MILES.